Arquitectura colonial
La arquitectura colonial surge en América Latina con
el descubrimiento y perdura hasta la emancipación, a comienzos del siglo XIX. El
arte latinoamericano de la época colonial es principalmente religioso,
recibiendo directivas de las principales órdenes religiosas.
La planta en cuadrícula de las ciudades de origen romano, llega
con los españoles, quienes incluyen la plaza y los monumentos, como mojones
ciudadanos.
El edificio religioso debe construirse junto a la plaza
central, como corazón del emplazamiento urbano. La arquitectura colonial busca
la uniformidad, pero no puede evitar las influencias étnicas y geográficas.
Las escuelas artísticas coloniales se diferencian por los
materiales empleados, ya que son originarios de cada zona, y las tipologías
edilicias también toman elementos del lugar, y de la función que deben cumplir.
Los estilos arquitectónicos se desarrollan de forma paralela a lo que ocurre en
Europa, desde finales del siglo XV: gótico, renacimiento, barroco y neoclásico.
Desarrollo de la arquitectura colonial
La civilización colonial se edifica sobre las ruinas de los
pueblos indígenas, mientras la situación del arte en la península Ibérica es de
búsqueda de nuevas formas. Los ejemplos de arquitectura gótica en Latinoamérica
son escasos, y ya muestran influencias del renacimiento del siglo XVI. En
México, las iglesias son del tipo fortificado, de una nave y cabecera poligonal,
bóvedas de crucería o cañón, y una gran sobriedad. Los atrios poseen “capillas
para indios”.
El renacimiento se instaura en la arquitectura
colonial, a finales del siglo XVI. Produciendo en México, ejemplos
influenciados por el mudéjar toledano. El barroco, tiene más importancia en la
arquitectura colonial que en la península Ibérica, y es esencialmente
decorativo. México y Perú son los dos grandes focos del barroco
hispanoamericano. El barroco mexicano maneja materiales como la piedra de
distintos colores y el yeso, para crear policromías exuberantes en los templos,
tanto en el interior como en el exterior. La cúpula adquiere relevancia, y se
construye elevada sobre un tambor. La arquitectura colonial del siglo XVII, es
la de los conventos y monasterios, construidos según el esquema hispánico, nave
única y fachada lateral paralela a la calle.